Espejo, no te recordaba aquí, en estos ojos.
Tampoco te olvido en los míos, que no son camino ni horizonte,
pero se hallan verdes en la esperanza mientras moldeas mi barro.
Espejo, no te esperaba aquí, en estas palabras.
Tampoco olvides las mías pues nada más detento en mi sangre,
y son litio cuando busco y visten plomo si te encuentro.
Espejo, no te buscaba allí, en mis recuerdos.
Tampoco en los quince minutos que me quedan de vida,
aunque me pintes puertas sin pomo y ventanas de mármol.
Espejismo, no te recordaba aquí, en estos ojos.
David Rebollo Genestar