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jueves, 16 de mayo de 2013



Descendía calle abajo cabizbaja y pensativa, obcecada tal vez en las baldosas empapadas, viendo desaparecer las gotas al pavimento, disgregadas en su justicia de anonimato. Se venía cruzando con algunos fantasmas de palabras mudas, pensando si sería hoy el día de su fortuna, el fin o el comienzo de una nueva lejanía. Imaginaba la Calle Mayor vuelta río y entretanto, sentía convertirse en parte y todo del mismo, arrastrada en la corriente de los días que no prometían algo mejor que una desembocadura anestesiada a unos peces enhuesados, insaciables y triperos. No le era permitido el más mínimo malgaste de tristura, y el clima se había vuelto contrario a sus necesidades.  Después de una semana de nubes ancladas y lluvias negras, nada hablaba del augurio que la convertiría para siempre en Diosa griega, conducida por el descubrimiento de su terriblemente mágico destino, escondido dentro de un charco, donde nadie lo buscaría. Resultaba ser que la dirección de pensamiento que ejercía era la equivocada. Tan convencida de ser el efecto de una causa se vio reflejada, e inexplicablemente alcanzó en clarividencia que las cosechas, los bosques y por ende una humanidad vuelta minucia ante la trascendencia del tiempo y el temporal, resultaban ser sus ahijadas, subordinadas a sus estados de ánimo. En el aguazal no se distinguía su cara del cielo. Haciendo un repaso a su vida, todo concordaba. Los días, los meses, las épocas de lluvia… el cielo lloraba con ella, había llorado a su lado, la acompañaba. Si su espíritu bailaba, no lograba arrancarse el sol de encima. Era dueña de las emociones, dueña de su felicidad. Si esta noche se le escapa un sonrisa de boca para adentro, pronto será testigo el mundo del acontecimiento más poético y existencialista de cuantos se pueden nombrar: los días de lluvia soleada, o de sol lluvioso, cuyo símbolo resulta ser el arcoíris, que al fin y al cabo, no es más que la paleta en la que su alma elige, cada día de la semana, el color con el que nos enamorará.



 

Copyright 2010 El coleccionista de silencios.