En bosques de estatuas de sal,
donde aguardan el diluvio
que en la boca del Vesubio
enraíce profundo un rosal.
Recuerda amigo mi postal,
que si algo os turbia el deseo,
gladiador sin coliseo
es harto pez fuera del mar.
Ya no hallo vida sin jugar
a ser muerte en tu museo.
David Rebollo
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